miércoles, 15 de agosto de 2012

Perdí el hilo de una historia ficticia...

Ése momento. Ése momento que se detesta porque te parece que está todo mal. Parece que uno retrocediera a esa etapa de la adolescencia en donde odias todo y a todos, aunque en algunos casos podría ser hasta justificado...éso para quienes, por ser reprimidos, nunca vivieron esa etapa y llega el momento de hacer una catarsis. Te irritas. Cada vez que ocurre algo todo lo demás vuelve a la mente y sientes ganas de correr....apenas puedes respirar, ¡pero tienes ganas de correr! Te irritas aún más, mujer, cuando te preguntan si andas con la regla.
Entonces, ¿qué haces cuando las piedras que son tus bases empiezan a agrietarse y a tambalear? Parece que lo primero es ponerte a escribir. ¿Muy "mainstream"? Entonces algo más "mainstream": hablar. La respuesta más popular es que te vuelvas "un poco más egoísta"; eso siempre ha sonado como a "envidia sana" ¿eso existe en realidad?; quieren decir que te vuelves egoísta completamente, porque cuando empiezas de a poco no hay vuelta atrás.
 Hay quienes aman (en relaciones de todo ámbito) a las personas -no gente- y otros que no, por mucho que estos últimos repitan hasta el final de sus vidas la frase "Te Amo". El que no ama se le considera más inteligente; sabe cuándo dejar a alguien, puede olvidar, es digno y no tiene culpa. El que ama es tachado de estúpido, de "weón" si quieres llamarlo; es capaz de perder la dignidad si eso implica tener cerca a quien ama;la frase "daría la vida por ti" no le es cliché, la siente y no le sorprende. El que ama sufre -por muy "mamón" que suene-; arma lazos muy fuertes y éso después le pesa; se desespera cuando siente que la otra persona se comienza a aburrir y quiere alejarse. El que ama es celoso, aprieta la mandíbula por tonteras y tienes que aprender a tragarse el orgullo.
¿Cuál es el gusto de asociar a alguien que ama a las personas como un depresivo, sensible y alaraco? ¿Por qué alguien que se aferra, asusta? ¿Por qué provoco ese temor...?
Caer con más razones que nunca a este espacio en blanco no era lo que quería, al menos no con estas palabras y menos en este momento.

sábado, 5 de noviembre de 2011

At night

Escribe, pero no dice nada; las risas ajenas y lejanas le impiden conjugar lo que sea que quiera decir. No tiene lápiz, ni siquiera papel; se resigna a vomitar sus palabras al vacío, allí, donde nadie lee, nadie escucha, nadie escribe; por eso se siente cada vez más distante.
Está encerrada en su propia mirada, en sus propias letras carentes de sentido. Se asusta; sabe que si cruza ese umbral retornará esa sequía creativa; ésa, a la que tanto teme; ésa, que la atormenta, que la sigue; el más grande monstruo de todo escribano clandestino.
Mira, pero no ve. Nadie quiere contar su historia esta noche, nadie excepto ella; pero no es escuchada, es relegada a ese escondite que ella misma eligió; es relegada a no parpadear en un vano intento de no perder lo que cree, es cordura; en un vano intento de no saberse ridícula. Es consciente de que balbucea como hablándole al silencio, pero no es que aquéllo la haga verse más harapienta; sus pies descalzos y la inerte expresión lo demuestran por sí mismas.
¿Por qué -se pregunta- las palabras más adecuadas surgen cuando menos quieres saber de la vida? Quizá sea -le responde el silencio- porque necesitas irte de la vida que crees real para crear otra. Y ¿por qué el visionario? -inquiere de nuevo-, ¿por qué el poeta es quien tiene que morir? -le preguntaría a la Sra. Woolf. Porque la Sra. Dalloway, porque todo el mundo está preocupado de mundanos asuntos, de fiestas, mientras el escribano se ahoga en sus frases -vuelve a responder el silencio.

-¿Quieres tú ahogarte en tus frases?
-Suena como una agradable invitación...

miércoles, 8 de junio de 2011

Timothy

Timothy woke up with the sunlight on his face

‘It will be a great day’, he thought

While his mother was calling his name.

Timothy ate, brushed his teeth and cross the door

‘Going to the park will be nice’, he thought

‘Chuck!’, he yelled; he wanted to go with his dog.

Timothy saw the sky getting dark for the clouds

‘The sun is gone’, he thought

While Chuck was watching the rain on the floor.

Timothy decided to come back home

‘It seems a storm’, he thought

Under the rain, Chuck suddenly started to run.

Timothy ran trying to catch Chuck

‘I can’t see a thing because of the rain’, he thought

While without seeing neither the street nor the car, he crossed.

Timothy couldn’t hear the barking of Chuck

He couldn’t thought a thing

There was just blood and the scream of this child’s mom.

jueves, 2 de junio de 2011

I don't want this in my head again....just don't.

Apacible clima frío que me encanta; hoy estremece; hoy congela el poco estoicismo que puedas retener; hoy congela con dolor.
Palabras forzadas que sin embargo son errantes y no tienen adónde más ir; se acomodan como pueden, se sienten incómodas, las veo incómodas.
¿Qué tal si me vendo los ojos y quedo a merced del congelante ambiente?
¿Qué tal si sello mis labios con aguja punzante y un oxidado alambre para no gritar cuando no sienta mi cuerpo?
¿Qué tal si con una fuerza que no posea me arranco las orejas para no escuchar ese silencio más frío que el clima, más frío que el ambiente, igual de frío que la soledad repentina?
¿Qué tal si nadie aparece y me quedo ante los vigilantes mas no coherentes pensares que cruzan mi mente?
¿Qué tal si alguien aparece y corta mis manos con el fin de evitar que burdas palabras nazcan y conozcan una realidad aún más burda que ellas?
¿Qué tal si el frío congela lo que sea que me impide ser inerte?
¿Qué tal si mis letras desaparecen y me llevan con ellas?

Palidez en mi piel que no me sorprende. Ojos ya secos sin haber estado húmedos.
Inconsistencia sin fin. Odiada inestabilidad que retorna, que repudio.
Un alma negra que se torna gris, un alma que añoro, un alma que me ha dejado.

El frío continúa. Trataré de recibir aire a través del alambre oxidado.

lunes, 30 de mayo de 2011

A little princess

Once upon a time, a beautiful and shy girl. What is special about this girl?, you would ask. Well, just by her name you would know that she is a princess in fact.

Sweet voice; make you wonder if you will able to stand the beauty of her face.
Sweet sounds; make you wonder if you're on the ground or if you're over a cloud.
Sweet yawns; make you wonder if what you feel are tickles or if you're floating like a feather through the sky.

A princess; a little princess you're glad to hear; you would be even more than glad to see.
A princess; a little princess that even with her silence says a million things, that just with her breathing and no words take away the lonely feelings.

I want to meet that princess.
I will meet that princess to say to her these lines. I will meet that princess to feel that I'm in a dream.

A princess which you will die for; that it worth to fight for.

sábado, 28 de mayo de 2011

Cyanide Wolf

At first I was afraid; as if I was facing the real animal when you see it during a cold fullmoon night. At first I was scared; as if I was drinking the real poison and ending my life. But it wasn't.

It wasn't at all.

Second by second, minute by minute I was getting closerto the animal. My feet touching the snow was the only sound. I doubt; I don't know if I can get closer. But the wolf doesn's attack. My hand reaches its head; and I feel it. That wolf it isn't dangerous; that wolf is scared; that wolf needs care.

I want to take care of that wolf.

I hear a voice; it seems the animal knows who is that; it seems the wolf will come back from where it belongs. But it's still looking at me. The voice again; I'm afraid that sound will take you away from me.

Snow falls from the sky.

The wolf is near me now. Is a she, I know by her looking. I caress her head again; she lets me do it.
The voice again. "You have to go", I said. She gives me a sad look; she doesn't look like a wolf, but like a sheep with a wolf costume. She starts to walk back.

Snow keeps falling.

Before she dissappears, she looks at me again. The snow turns weird, is like black snow, is like kuroi yuki, a dark snow that doesn't let me see my beloved wolf.

She's gone.

What do I have in my hands? A bottle; cyanide. I drink it because she's gone. That poison is in my throat because I won't see that lovely look anymore.

viernes, 15 de abril de 2011

A Beloved Shadow

Que sea de noche, como en aquella ocasión. Con la luna, mismo testigo que prestó sus rayos para no privarme de visión. Pero que ahora mi culpable palma esté solitaria, sin el puñal que me acompañó -nos acompañó- en aquella ocasión.

La albina luz se escurre entre los oxidados fierros que forman una para nada embellcida ventana y que quedan fuera de mi alcance, de mi tacto; mas no es trascendente.

Uno de mis pies se mueve, arrastrándose, causando fricción entre la suela y la arenilla a la que estoy tan acostumbrado a sentir en ese frío suelo. No escucho nada más, no concentro mi mirada en nada más, pero sé que aquéllos que están despiertos mueven la cabeza buscando el origen del sonido, pero al mismo tiempo sabiendo la respuesta por sí mismos; ya se han acostumbrado a mí.

Ya era casi un ritual. ¿Para exculparme? Quizá. La verdad es que sólo al verla recordaba mi antigua caballerosidad y la invitaba a bailar.

Tal como aquel día, en que lo que aún desconozco tomó posesión de mí, ansiaba la lluvia, ahora añoraba alguna sonata o un ritmo lento al azar que me permitiera crear figuras danzantes cual escritor llena las hojas de papel en blanco.

Siento el ritmo que traes de aquel lugar que jamás conoceré por mi acto cometido.

Te guío hacia mí, de la misma forma que te acorralé contra la pared poseído de ira. Unos pasos hacia atrás, me sigues; aquella vez retrocedí también, pero no me seguiste, más bien intentaste huir y tu vista se dirigía al sucio acero que asomaba entre mis dedos y que sabías -que sin culpa alguna- terminaría siendo tu verdugo. Seguimos moviéndonos al compás de un ritmo inexistente y que de la nada empiezo a tararear.

Mi suela presiona y presiona la arenilla cada vez que arrastro mi pie.

Llega el clímax de la canción, al igual que llega el tope de mi ira, al igual que llega el fin de tus suspiros por el puñal que ha atravesado tu piel y te deja inerte frente a mi, frente a al tímido rasocinio que se asoma a través de mí.

Terminan las notas musicales y comienza la desesperación en mi mirada. Te he quitado la vida, a ti, dulce ser de cautivante mirada, a quien juré protección eterna. Termina el baile y nos relajamos; miro el rostro que no esta ahí y, como cada noche, ruego tu perdón; no dices nada pero sé que sonríes...es mi consuelo para cerrar los ojos cada noche.

Silencio nuevamente, pero no es aquel escalofriante silencio que me rodeaba cuando me preguntaba el porqué. Observo tu silueta, una ahora oscura silueta; pero te recuerdo a la perfección.

-¡Duérmete! -escucho desde la celda que está frente a la mía. Aquel ruido discordante al ambiente provoca que tu silueta se esfume....como cada noche. Me dirijo a mi prospecto de cama habiendo expiando mi culpa por hoy.

Estoy pagando mis acciones como debo, por una cantidad de años que ya olvidé.

Nada importa.

Nada importa si tengo la fortuna de danzar siquiera con tu sombra.